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Retinopatía Diabética.


La Diabetes Mellitus, como hemos revisado en blog previos, es una enfermedad metabólica crónica provocada por una secreción deficiente de insulina o bien cuando el organismo la produce pero no logra utilizarla de manera adecuada, la insulina es una hormona producida en el páncreas que se encarga de regular la concentración de glucosa (azúcar) en la sangre, cuando ésta no funciona genera estados de hiperglucemia, es decir, concentraciones de glucosa elevadas en la sangre que afectan severamente los órganos y sistemas del cuerpo, principalmente nervios y vasos sanguíneos.

El día de hoy vamos a platicar sobre una de las principales y más graves complicaciones en los pacientes que viven con Diabetes Mellitus no controlada, la retinopatía diabética.

 

La retina es un órgano ubicado en la capa más interna y posterior de nuestro ojo, es la encargada de captar la luz que perciben nuestros ojos convirtiendo está luz en señales neuroquímicas que viajan a nuestro cerebro y se convierten en imágenes, cuando no se tiene un control metabólico adecuado en los pacientes con diagnóstico de diabetes mellitus, los vasos sanguíneos que irrigan y nutren a la retina sufren cambios ocasionando lesiones microvasculares como hemorragias, perdida de líquido, isquemia (perdida de la circulación) y edema o acumulación de líquido en algunas zonas de la retina, causando pérdida de agudeza visual e incluso ceguera, a estos cambios le conocemos como retinopatía diabética.

La retinopatía diabética es un complicación grave y muy frecuente a nivel mundial y en México no es la excepción, al menos 3 de cada 10 personas que viven con diabetes serán diagnosticados con retinopatía diabética.

Existen factores de riesgo que incrementan la posibilidad de desarrollar retinopatía diabética y los podemos clasificar como los modificables y los no modificables.

MODIFICABLES:

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Mal control metabólico.
Un inadecuado control de nuestros niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos en sangre.

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Hipertensión arterial.
Tener diagnóstico de hipertensión arterial sistémica y no tomar nuestros medicamentos para el control de las cifras de tensión arterial.

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Obesidad.
Falta de ejercicio, mala alimentación y hábitos que aumenten nuestro índice de masa corporal.

NO MODIFICABLES:

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Edad.
La adolescencia es un factor muy relevante en el desarrollo de la retinopatía por un aumento fisiológico de la resistencia a la insulina normal a esta edad.

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Antigüedad de la diabetes (más de 5 años).
El riesgo de desarrollar algun cambio en la retina aumenta con el tiempo.

Es importante que consideremos que la mayoría de los factores de riesgo son modificables y son recomendaciones que los médicos nos dan en cada consulta. Si bien, existen algunos otros factores que no podemos modificar si podemos vigilar y prevenir la aparición de la retinopatía diabética, es sumamente importante que realicemos acciones que vigilen el buen estado de nuestra retina, ya que en la mayoría de los casos la retinopatía diabética no presentara algun síntoma hasta que se encuentre en un estado de grave presentando perdida de la agudeza visual, dolor en el ojo o incluso lo más temido, la ceguera. No es necesario llegar a este punto, ya que como hemos comentado, la prevención y diagnóstico oportuno permitirán tener un desarrollo favorable. Por lo anterior te recomendamos que si tú te conoces con diagnóstico de diabetes mellitus acudas con un especialista en oftalmología para una revisión anual, siguiendo estas recomendaciones:

Realizar exploración del fondo de ojo bajo dilatación pupilar por un oftalmólogo:

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Pacientes con diabetes mellitus tipo 1
A partir de los 12 años de diagnóstico.
A partir del 5° año de diagnóstico y cada año.
Cuando el diagnóstico de diabetes mellitus tipo 1 sea posterior a la pubertad, debe comenzar tres años después del diagnóstico.

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Pacientes con diabetes mellitus tipo 2.
Examen del fondo de ojo bajo dilatación pupilar, al momento del diagnóstico, realizado por un oftalmólogo y debe repetirse anualmente.
Diabéticas tipo 1 o tipo 2 embarazadas o que planeen embarazarse: Seguimiento cada 3 meses en casos con retinopatía leve o sin ella. Seguimiento mensual en retinopatía severa.

Las mujeres con diabetes gestacional no necesitan vigilancia oftálmica a menos que persista la diabetes.

La prevención y educación de nuestros pacientes son la piedra angular para un diagnóstico y tratamiento adecuado. Hoy te invitamos tomar el compromiso y responsabilidad de tu salud.

En la Unidad de Especialidades Médica, Cirugía e Investigación, con la especialidad en oftalmología atendido por el Dr. Juan Manuel Elizondo Camacho quien también cuenta con una subespecialidad en retina para brindarte una valoración integral y especializada.

Te esperamos.