La vesícula biliar es un órgano parecido a un saco en forma de pera situado debajo del hígado. Su principal función es almacenar la bilis y ayudar en la digestión de las grasas de los alimentos.

El hígado produce la bilis y es liberada hacia el intestino delgado, pero una parte es almacenada como reserva en la vesícula biliar para ser liberada en otro momento.

Cuando nosotros ingerimos alimentos, principalmente los que tienen un alto componente de grasa, el intestino delgado libera una hormona llamada colecistoquinina la cual emite una señal a la vesícula biliar para que comience a contraerse y libere la bilis almacenada.

Las enfermedades de la vesícula biliar son muy frecuentes, principalmente las relacionadas con la formación de cálculos o litos coloquialmente conocidos como piedras. Seguramente ha escuchado a personas comentar que tienen piedras en la vesícula y refieren tener un dolor intenso en el abdomen principalmente después de comer alimentos como leche, aguacate o incluso cacahuates, entre otros.

La presencia de cálculos en la vesícula se conoce como colelitiasis y le llamamos colecistitis a la inflamación de la vesícula biliar ocasionada principalmente cuando estos cálculos o piedras llegan a obstruir los conductos que liberan la bilis al intestino. La colelitiasis es el principal motivo de visita al servicio de cirugía general, esto nos habla de que es un padecimiento muy frecuente.

Los factores de riesgo que nos predisponen a ser diagnosticados con colelitiasis son los siguientes:

1.  Sexo femenino.
2.  Embarazo, sobre todo para el desarrollo de cálculos de colesterol, con cálculos menores de 10mm que habitualmente desaparecen tras el parto.
3.  El uso de anticonceptivos orales y terapia hormonal sustitutiva con estrógenos.
4.  El utilizar fármacos como los fibratos y la ceftriaxona.
5.  Tener familiares directos con diagnóstico de litiasis biliar.
6.  Tener obesidad.
7.  Pérdida rápida de peso.
8.  Recibir nutrición parenteral.
9.  Diabetes Mellitus o dislipidemia (colesterol y triglicéridos elevados).
10.  Cirrosis hepática.

La mayoría de los pacientes con colelitiasis son asintomáticos y no presentaran ninguna molestia, sin embargo, alguno de los litos puede salir de la vesícula biliar y obstruir los conductos que llevan al intestino delgado, provocando principalmente los siguientes síntomas:

Dolor:

1. Dolor tipo punzante que se localiza en epigastrio o en el cuadrante superior derecho y que se puede irradiar hasta el hombro derecho o la escápula.
2. Aparece generalmente después de ingerir comidas grasosas.
3. Tiene una duración de 1 a 5 horas aproximadamente.

Nausea.
Vómito.

EL diagnóstico se realiza con la sintomatología clínica y se corroborara con la realización de un ultrasonido abdominal.

Opciones de tratamiento:

1. Colecistectomía. Consiste en extirpar la vesícula biliar. Actualmente existen 2 técnicas para realizar este procedimiento, la colecistectomía laparoscópica y la abierta. La diferencia de la técnica consiste en que para realizar la colecistectomía abierta se realiza una incisión de aproximadamente 6 pulgadas debajo de las costillas, mientras que en la laparoscópica se realizan varios “puertos” de 1 a 2 cm extrayendo la vesícula por alguna de estas incisiones.
2. Farmacológico. Consiste en brindar tratamiento farmacológico para lograr la disolución de los cálculos biliares en pacientes en situaciones especiales, por ejemplo, pacientes con alto riesgo quirúrgico y aquellos que rehúsan la cirugía.

Es importante reconocer los síntomas y acudir a recibir atención médica para evitar complicaciones, en la Unidad de Especialidades Médicas, Cirugía e Investigación, Santa Fe, contamos con personal capacitado para diagnosticar este padecimiento, así como excelentes médicos especialistas en cirugía general para brindarte el mejor tratamiento.