En 1994 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional del Alzheimer establecieron el 21 de septiembre como día mundial del Alzheimer con el fin de brindar información sobre este padecimiento, para concientizar a la población sobre la importancia y necesidad de brindar una red de apoyo a quienes la padecen.

Se considera que dentro de 30 años alrededor de 50 millones de personas desarrollarán demencia y de 60% a 70% de los casos serán Alzheimer. Acorde a la Secretaría de Salud en México existen 12 millones de adultos mayores de los cuales cerca de 800 mil presentan algún tipo de demencia; y de estos últimos, 8 de cada 10 presentan Alzheimer.

Pero ¿Qué es el Alzheimer y cómo se presenta? Una enfermedad progresiva y degenerativa del cerebro que provoca el deterioro de la memoria, el pensamiento y la conducta. Es considerada la demencia más común y causa desconocida.

Esta demencia suele presentarse en tres etapas.

Etapa 1: Se desarrolla aproximadamente durante tres años con paulatino deterioro en la memoria episódica. La persona olvida eventos recientes, no importa que hayan pasado 10, 15 o 20 minutos de un hecho determinado.
Etapa 2: todos los aspectos de la memoria empiezan progresivamente a fallar. Surgen problemas de lenguaje (afasia), funciones aprendidas (apraxia) y de reconocimiento (agnosia).

Etapa 3: Finalmente se presenta una amplia y marcada afectación de todas y cada una de las facultades intelectuales. Los síntomas cerebrales se agravan y se acentúa la rigidez muscular, así como la resistencia al cambio postural. Pueden aparecer temblores y crisis epilépticas.

En la actualidad no existe tratamiento o cura para esta enfermedad. No obstante, para disminuir el riesgo de padecerla se recomienda realizar por lo menos 150 minutos de actividad física por semana y llevar a cabo una dieta saludable baja en grasa, comer frutas y verduras y consumir cereales enteros.

Los objetivos principales de los servicios de atención relacionados con la demencia son:

• Diagnosticarla precozmente para posibilitar un tratamiento oportuno.
• Optimizar la salud física, la cognición, la actividad y el bienestar.
• Identificar y tratar enfermedades físicas concomitantes.
• Detectar y tratar los síntomas conductuales y psicológicos problemáticos.
• Proporcionar información y apoyo a largo plazo a los cuidadores.

Los fármacos actuales funcionan mejor en etapa temprana o moderada de la enfermedad, pueden evitar que la pérdida de la memoria empeore con el tiempo. La decisión de iniciar tratamiento farmacológico debe ser compartida con el paciente y cuidadores, explicando el beneficio clínico que puede ser modesto y los efectos adversos.
El diagnóstico de Alzheimer no es ajeno a nuestra población, por lo que la empatía y apoyo para quienes lo padecen resulta crucial para garantizar su calidad de vida.

En la Unidad de Especialidades Médicas, Cirugía e Investigación, Santa Fe, estamos para brindarte la mejor atención y acompañamiento en esta enfermedad, así como brindarte una orientación enfocada a la prevención.