Datos de alarma y Tipos de heridas más frecuentes en pacientes con Diabetes Mellitus.


Por él Dr. Edgardo Aaron Cabrera Durán.

Somosdeco2

La prevalencia de Diabetes Mellitus en México de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), ronda el 10.3% de la población mayor de 18 años (mujeres 11.4% yhombres 9.1%), cifras que continúan aumentando año tras año. Se estima que entre el 90% y 95% de los pacientes afectos de Diabetes Mellitus corresponden al subtipo 2, que implica la resistencia de tejidos periféricos a la acción de la insulina y su secreción inadecuada.

Las heridas más frecuentes en pacientes que padecen Diabetes Mellitus se presentan en los pies. Uno de los problemas más graves (dado el efecto en la calidad de vida de los diabéticos) es la aparición de úlceras en los pies, como consecuencia del efecto sostenido en el tiempo de dos entidades crónicas: la neuropatía periférica y la insuficiencia vascular.

En concreto la entidad conocida como “pie diabético” es el resultado del efecto combinado de la angiopatía, la neuropatía y el mayor riesgo de infecciones, junto con el efecto de las presiones intrínsecas y extrínsecas secundarias a malformaciones óseas en los pies.

Según edad, género y lugar de origen, las cifras de prevalencia de pie diabético oscilanentre el 2,4% y 5,6%. La incidencia de ulceraciones en el pie puede alcanzar el 15% de los pacientes aquejados de pie diabético. Hasta el 85% de quienes sufren amputaciones secundarias han padecido con anterioridad la aparición de una úlcera diabética.

El riesgo aumenta cuando la diabetes está mal controlada o se suman otros factores comola obesidad, la hipertensión o el tabaquismo. Incluso sin presentar una úlcera, el pie de una persona con diabetes será siempre de alto riesgo. Sobretodo si además padece otros factores de riesgo como la falta la sensibilidad, una mala circulación sanguínea o la presencia de deformidades en los pies.

Por ello, es necesario que los niveles de glucosa, así como los de otros factores de riesgo como el sobrepeso, la tensión y el nivel de grasas en sangre (colesterol y triglicéridos) esténbien controlados, lo que le animará a practicar ejercicio, seguir una dieta equilibrada y dejar el tabaco (en caso de que fume).

Es importante prevenir mediante un buen control de los niveles sanguíneos de glucosa (azúcar en sangre), que se logra con indicación médica de tratamiento farmacológico y no farmacológico como practicar actividad física, alimentación saludable, así como higiene y cuidado de los pies. Es indispensable identificar los datos de alarma para evitar complicaciones como limitación en la movilidad o amputaciones.

La Diabetes Mellitus es la primera causa de amputación no traumática en miembros inferiores. Es importante no automedicarse, en su caso se recomienda acudir a su unidad de salud.

CUIDADOS BÁSICOS PARA SEGUIR EN CASA
Una persona con diabetes debe tener un estricto cuidado de sus pies y aplicar siempre estas sencillas recomendaciones en su vida cotidiana.

Aspecto de los pies.

  • Inspeccionar diariamente.
    • Ubicar si hay rozaduras, hinchazones, cortes, llagas, ampollas, resequedad, callos o durezas. Estar alerta ante la presencia de “juanetes” u otras deformidades de los pies.
  •  Revisar las uñas.
    • Que las uñas sean de color oscuro, con aspecto laminar o engrosadas, puede indicar que hay una infección.
  • Vigilar los cambios de temperatura y color de la piel.
    • Un pie frío, azulado o pálido puede indicar mala circulación; mientras que un aumento inusual de temperatura o el enrojecimiento puede tener relación con la inflamación de la zona o incluso una infección.

Higiene.

  • Lavar los pies todos los días (no más de 10 minutos).
    • Con agua templada y con jabón neutro. Secar muy bien, especialmente entre los dedos, aplicando presión, pero sin frotar.
  • Evitar cortar las uñas.
    • En lugar de cortarlas, se deben limar en horizontal y con lima de cartón, como mínimo una vez por semana. Cortar las uñas demasiado o cortar las esquinas puede provocar que crezcan hacia la piel (uñas encarnadas), lo que puede favorecer la infección. Si tiene dificultades para cortars las uñas acuda a un podólogo.
  • No utilizar cuchillas, callicidas, ni productos irritantes.
    • No abra las ampollas ni corte las cutículas. Si tiene callos o durezas acuda a un podólogo.
  • Aplicar crema hidratante, pero nunca entre los dedos.
    • La piel es la primera barrera protectora del pie. Mantenerla sana e hidratada, sobretodo en los pies secos y agrietados, ayudará a prevenir heridas e infecciones.

Calzado.

  • Cambiar los calcetines a diario.
    • Asegúrese que no aprieten demasiado, que no tengan costuras y que no sean de tejidos sintéticos.
  • Calzar zapatos cómodos.
    • Utilice de manera gradual los zapatos nuevos. El calzado debe ser cómodo y no oprimir los dedos. Evitar los tacones altos y los acabados en punta.
  • Usar plantillas a medida.
    • Si su médico le comenta que su forma de apoyar el pie no es correcta, debe utilizar plantillas a medida.

Peligros.

  • No caminar descalzo
    • Ni en la playa ni por casa, especialmente por superficies calientes.
  • Ni frío ni calor.
    • No ponga mantas eléctricas, bolsas de agua caliente ni hielo en contacto con los pies. Evite la exposición al sol, y use calcetines por la noche si tiene frío en los pies. Nunca seque sus pies con un secador de pelo.

Diabetes controlada.

  • Practicar ejercicio regularmente.
    • Debe practicar ejercicio con frecuencia, salvo contraindicación de su médico. Por ejemplo, caminar media hora cada día mejorará la circulación sanguínea en sus pies.
  • Seguir una dieta equilibrada.
    • Comer sano y controlar rigurosamente los niveles de azúcar.

CUÁNDO DEBE ACUDIR A CONSULTA?

  1. Si tiene alteraciones en la forma de los pies, por ejemplo, juanetes, dedos en garra o martillo y callos.
  2. Si las uñas están encarnadas, deformadas o con un aspecto fuera de lo normal.
  3. Si tiene limitaciones en la movilidad del pie.
  4. Si aparecen en sus pies heridas, llagas, rozaduras o ampollas.
  5. Si nota cambios en la sensibilidad en los pies o piernas, especialmente por la noche. Explíqueselo a su médico, detallando especialmente los siguientes conceptos:

¿Cómo es la molestia?
Quemazón, hormigueo, entumecimiento, calambres, dolor.
¿Cuándo se produce?
De día y de noche.
¿En qué parte del cuerpo?
Pies, pantorrillas, cualquier otra localización.
¿Cuándo desaparece?
Al caminar, al ponerme de pie, al realizar ejercicio.