En medio de la pandemia por la COVID-19, se hace más evidente la ambivalencia del estado de salud mundial, donde aproximadamente 768 millones de personas presentan desnutrición (1), así como 2,350 millones presenta sobrepeso u obesidad. (2, 3)

Considerando lo anterior y en el marco del Año Internacional de las Frutas y Verduras, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), celebrará el próximo 16 de octubre el #DíaMundialdelaAlimentación 2021 con el lema “Nuestras acciones son nuestro futuro”, con el objetivo de concientizar sobre la importancia de los sistemas alimentarios saludables y sostenibles.

Desde la Unidad de Especialidades Médicas, Investigación y Cirugía, hacemos un llamado a la acción y te mostramos las acciones FRESCO, un conjunto de 5 actividades que contribuyen y promueven desde el ámbito individual y familiar, sistemas alimentarios más saludables y sostenibles.

Fortalecer los sistemas alimentarios sostenibles. Las elecciones de alimentos no están relacionadas únicamente con la salud humana, sino también con la salud ambiental; para procurar el equilibrio entre estas dimensiones, se debe fortalecer la promoción de dietas saludables que generen menores emisiones de gases de efecto invernadero y consuman menos recursos, en otras palabras, sostenibles.(4) Una dieta saludable y sostenible, es aquella que promueve la salud individual y colectiva, genera bajo impacto ambiental, es asequible, segura y culturalmente aceptable.

Reducir el consumo de proteína animal: Una dieta saludable y sostenible puede incluir un consumo moderado de huevo, lácteos, pollo y pescado, así como pequeñas cantidades de carne roja; lo anterior, debido a que el consumo de estos alimentos impacta negativamente en el ambiente.(6) Si tu principal preocupación al considerar disminuir el consumo de alimentos de origen animal es el aporte de proteína a tu dieta, las leguminosas y oleaginosas son una excelente fuente de este nutrimento; asimismo, se obtiene el beneficio adicional de que, las dietas que consideran menor consumo de proteína a partir de fuentes de origen animal, tienden a ser más asequibles y variadas.

Evitar consumir productos ultraprocesados: La producción a gran escala de productos ultraprocesados asociada a sistemas de ganadería y agricultura intensiva (con su respectivo impacto ambiental), así como con la pérdida y desplazamiento de tradiciones culinarias y consumo de alimentos frescos. Las implicaciones de su consumo son múltiples, por lo que te recomendamos disminuir lo más posible su consumo. (7)

Ser sostenible: El consumir productos locales, de temporada y favoreciendo el comercio justo, es un paso importante para promover una dieta saludable y sostenible. (8) Sin embargo, considera que procurar un estilo de vida basado en la sostenibilidad no solo está ligado al consumo de alimentos, sino también de ropa, productos de uso diario, entre otros.

Comprar solo los alimentos necesarios: Planifica tus compras para evitar al máximo el desperdicio de alimentos. En el nivel individual, el desperdicio de alimentos se da principalmente por la mala estimación de porciones viables a ser consumidas por la familia, así como por el poco conocimiento sobre la conservación y almacenamiento de los alimentos. Es importante recordar que, el desperdicio de alimentos es también desperdicio de agua, energía y demás recursos naturales y económicos.(9)

Orientar a otros: Ya sea en plataformas digitales o en una plática casual, procura compartir tus conocimientos con relación a las dietas saludables y sostenibles. Comparte, discute y comenta tus dudas.

Por último, recuerda que hacemos un voto cada que elegimos un alimento, preparamos un platillo o comemos en un restaurante: votamos por sistemas alimentarios sostenibles, votamos por dietas saludables, votamos por un mejor medio ambiente, votamos por una mejor nutrición, así como por una vida mejor. ¿Por qué votarás el día de hoy?

Referencias:

1.  FAO, IFAD, UNICEF, WFP, WHO. The State of Food Security and Nutrition in the World 2021. Transforming food systems for food security, improved nutrition and affordable healthy diets for all. Roma: FAO; 2021.
2.  Abarca-Gómez L, Abdeen ZA, Hamid ZA, Abu-Rmeileh NM, Acosta-Cazares B, Acuin C, et al. Worldwide trends in body-mass index, underweight, overweight, and obesity from 1975 to 2016: a pooled analysis of 2416 population-based measurement studies in 128·9 million children, adolescents, and adults. The Lancet. 2017;390(10113):2627-42.
3.  United Nations Children’s Fund (UNICEF), World Health Organization, International Bank for Reconstruction and Development/The World Bank. Levels and trends in child malnutrition: Key Findings of the 2020 Edition of the Joint Child Malnutrition Estimates. Geneva: World Health Organization; 2020.
4.  Tilman D, Clark M. Global diets link environmental sustainability and human health. Nature. 2014;515(7528):518-22.
5.  FAO, WHO. Sustainable healthy diets – Guiding principles. Rome; 2019.
6.  González N, Marques M, Nadal M, Domingo JL. Meat consumption: Which are the current global risks? A review of recent (2010–2020) evidences. Food Research International. 2020;137:109341.
7.  Fardet A, Rock E. Ultra-Processed Foods and Food System Sustainability: What Are the Links? Sustainability. 2020;12(15).
8.  National Academies of Sciences Engineering and Medicine. Sustainable diets, food, and nutrition: Proceedings of a workshop. Washington, DC; 2019.
9.  FAO. El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y el desperdicio de alimentos. Roma; 2019.